El cultivo de la vid se concentra en la zona central de Chile. Esta exhibe un clima mediterráneo semiárido, con lluvias concentradas en la época invernal. Durante la época de crecimiento, se presentan días cálidos, secos y noches frescas, como resultado de las frías brisas procedentes de la Cordillera de Los Andes y el Océano Pacífico. Este contexto permite generar una gran amplitud térmica durante la temporada y un lento período de maduración que se traduce en uvas más aromáticas y de gran color y estructura.
Estas condiciones son ideales para que las vides crezcan saludables, año tras año.
Para producir los vinos D’Alamel se realizan cuidadosos manejos de suelo, podas, deshojes, cosechas en verde y todo lo necesario para que las vides entreguen lo mejor de sí.
Durante todo el año, se efectúan labores intensivas en el campo con gran dedicación para cuidar y preservar la integridad y los aromas de las uvas. De esta forma se obtiene la mejor materia prima, para producir vinos con una notable expresión aromática junto a un paladar suave y placentero.